viernes, 16 de marzo de 2007

PROPUESTA PARA FIJAR LA POSICIÓN DE LA CND–P RESPECTO DEL PROCESO ELECTORAL DE 2007 EN EL ESTADO DE PUEBLA

Introducción

En el estado de Puebla habrá elecciones en 2007. El proceso electoral culminara con la jornada del 11 de noviembre, cuando los ciudadanos del estado acudan a las urnas para renovar totalmente los 217 gobiernos municipales y el congreso local.

La Convención Nacional Democrática en Puebla (CND–P), tanto como la Convención Nacional Democrática, surge de una experiencia traumática respecto de los procesos electorales. En efecto, las elecciones federales realizadas en 2006, en las que los ciudadanos participaron masivamente con un entusiasmo que no se había visto desde 1988, concluyeron cuando instituciones como el Instituto Federal Electoral (IFE) y la Suprema Corte de Justicia determinaron que el triunfador era Felipe Calderón despojando, así, al pueblo de México de una victoria legítima obtenida en las urnas e impidió a Andrés Manuel López Obrador ser, además del presidente legítimo, el presidente legal de la República y le permitieron a Felipe Calderón usurpar la Presidencia de la República, como en su momento lo hizo Victoriano Huerta. Esta situación hace natural nuestra desconfianza en los procesos electorales.

A pesar de esto, el movimiento ciudadano que se formó alrededor de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido activo, aunque en momentos como el actual padezca un reflujo natural. Por supuesto, frenar ese reflujo y retomar la iniciativa política es una tarea de organizaciones ciudadanas como la CND–P.

En estos momentos, la difícil situación nacional –desempleo, carestía, pobreza, crisis en el campo y la incompetencia manifiesta del gobierno de Felipe Calderón, entre otras cuestiones–, empieza a reactivar al movimiento ciudadano. La misma situación se vive en Puebla, con un elemento determinante más: en nuestro estado habrá elecciones intermedias (locales), lo que es una oportunidad excepcional para reactivar al movimiento ciudadano y hacer que éste retome la iniciativa política.

Decidir no sólo nuestra participación, sino también la forma cómo debemos participar en el proceso electoral a punto de iniciarse, es en este momento un reto que debemos afrontar a unas cuantas semanas de habernos constituido, lo cual lo hace doblemente difícil pero no insuperable.

Decidir nuestra participación

Uno de los rasgos distintivos del sistema político mexicano consiste en mantener una estructura formal sustentada en los partidos políticos, en tanto que se considera a la actividad electoral como uno de los fundamentos de la democracia representativa, donde los ciudadanos eligen mediante voto universal, secreto y directo a quienes los representan en el Poder Legislativo y el Ejecutivo. Es decir, el ciudadano con su voto designa a quien considera el candidato más capaz para tomar las mejores decisiones políticas “ya que es un profesional”. En este sistema, el ciudadano tiene una posición marginal, ya que sólo le compete votar para elegir; en cambio, son los políticos profesionales quienes ejercen la actividad política. Por supuesto, quienes nos asumimos ciudadanos rechazamos esa visión que separa a la política de los ciudadanos y termina por criminalizar al movimiento social y al ciudadano que participa en él.

No obstante esto, reconocemos que uno de los puntos estelares del sistema político mexicano es el proceso electoral, lo que nos obliga a reconocer y reflexionar sobre su importancia política, además de otro hecho fundamental: que nuestra actividad como CND–P transcurre en ese contexto que aspiramos a trasformar. Si esto es así, debemos aceptar la necesidad de participar en el proceso electoral que se llevará a cabo en Puebla este año, aunque debemos plantearnos con precisión cuales serían los propósitos de nuestra participación en las elecciones sabiendo que no somos un partido político sino una Convención que pretende agrupar a los ciudadanos libres que, aún, desdeñan su participación en algún partido político. Es decir, siendo una organización que no tiene como objetivo participar en las elecciones sino que participa en las elecciones para difundir entre la población sus objetivos estratégicos.

La CND-P declara estar interesada en participar en el proceso electoral del 2007, ya que considera a la elección como una coyuntura que debe aprovechar para difundir el proyecto político de nuestro movimiento, sin olvidar que nuestra meta fundamental es la refundación nacional y no el triunfo de determinados candidatos. En ese sentido, la primera exigencia de la CND-P debe ser la formación real del Frente Amplio Progresista en Puebla y a ello debemos enfocar todos nuestros esfuerzos utilizando todas las estrategias que estén a nuestro alcance para lograrlo.

Como participar

Las particularidades que presenta el régimen mexicano de partidos, están determinadas por la naturaleza autoritaria del sistema político y por la necesidad que tiene el poder de mantener la apariencia de una competencia política formal.

Actualmente en México, tal y como ocurrió a lo largo de las siete décadas de dominación priísta, el régimen panista mantiene un sistema donde el partido oficial se confunde con el aparato estatal y el poder Judicial se somete totalmente a los intereses del grupo dominante.

En Puebla se reproduce y fortalece este sistema donde el PRI es apenas un mero operador electoral del gobernador en turno. En nuestra entidad, coexisten en perfecta armonía el poder Ejecutivo con facultades extraordinariamente amplias y puesto al servicio de quienes disponen del poder económico –situación nítidamente revelada por la acción gubernamental emprendida contra Lydia Cacho–, y un partido oficial cuya única voluntad es la del gobernador. Nuestra entidad es hoy uno de los más claros ejemplos de cómo el poder económico somete a su hegemonía al poder político.

En todo caso, como ocurre en el nivel federal, la separación e independencia de poderes en Puebla es todavía una aspiración ciudadana que el PRI y el PAN no parecen dispuestos a modificar, sino más bien a fortalecer.

Otra de las características del sistema electoral mexicano, radica en el hecho de que los candidatos a cualquier cargo de elección popular en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y en el Legislativo, sólo pueden provenir de los partidos políticos, lo que sin duda limita y desalienta la participación ciudadana en los procesos electorales ya que buena parte de ella, al no sentirse representada por ningún partido político, tampoco aspira a representarlos.

Sin embargo, debemos recordar que la CND tiene tres pilares: a) el gobierno legítimo encabezado por Andrés Manuel López Obrador; b) los partidos que se agrupan en el Frente Amplio Progresista (FAP, formado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia) y b) los ciudadanos que hemos constituido la Convención Nacional Democrática.

En este marco, a los partidos del FAP corresponde elegir a sus candidatos y nosotros debemos exigir que en el proceso de elección interna se tomen en cuenta las consideraciones que hagan al respecto organizaciones ciudadanas como la CND–P.

Por ello debemos ser capaces de influir en las decisiones de los partidos del FAP, delineando los perfiles de los individuos que serán los candidatos a diputados y presidentes municipales en la siguiente elección, en la medida en que sus trayectorias afectan la percepción ciudadana del conjunto político formado por la CND y el FAP.

Nuestros propósitos y objetivos al participar en el proceso electoral

En el marco de un régimen electoral francamente autoritario y, por tanto, limitativo, tal como es el de Puebla, proponemos que la decisión de la CND–P sobre su participación en el próximo proceso electoral, se haga considerando los siguientes propósitos y objetivos:

1. A lo largo de la campaña electoral, los ciudadanos agrupados en la CND–P deberemos agitar la propuesta de que en México y en Puebla es posible construir una vida democrática distinta a prevaleciente, en la certeza de que la democracia política sólo es posible si hay justicia social. Se trata de una democracia caracterizada por la separación real de poderes donde ninguno se someta a los otros. Una democracia, que es un proceso determinado por la creciente participación ciudadana en la toma de las decisiones políticas.

2. Nuestra participación electoral deberá proponer una agenda de reivindicaciones políticas ciudadanas, que se enriquecerá durante el proceso electoral y se mantendrán vigente después de concluido, cualesquiera que sean los resultados obtenidos. Así, nuestro programa electoral es una herramienta de lucha que rebasa lo coyuntural para convertirse en estratégico.

3. La campaña electoral deberá permitir a la CND–P:

Adquirir una identidad política propia.

Fortalecer su incipiente organización y difundir su objetivo político estratégico.

Hacer de sus alianzas una práctica política sustentada en los principios aprobados en su asamblea constitutiva del 24 de febrero de 2007.

Incorporar nuevos ciudadanos a la CND–P.

(4. En tanto la CND–P no postulará candidatos propios, una de sus prioridades inmediatas es pugnar porque los partidos del FAP se coaliguen, es decir, que enfrenten unidos el proceso electoral y sean capaces de discutir con la CND–P, y otras organizaciones ciudadanas, no sólo las candidaturas que presenten sino el programa político que enarbolarán en la campaña y las formas de control ciudadano para cumplirlo. )

5. Nuestro objetivo será incrementar los más de 600 mil votos alcanzados en el estado y los 202 mil obtenidos en el municipio de Puebla en las elecciones de 2006.

Finalmente la decisión de participar en el proceso electoral está definida por los propios propósitos y objetivos tácticos de la CND-P, y sólo así se justifica. Debemos ser cuidadosos de que nuestra participación, en los términos que hemos planteado, no mine nuestra reciente organización, nos deslegitime ante la ciudadanía, ni nos distraiga de las tareas internas que ya nos hemos planteado.

“Es un honor estar con Obrador”

H. Puebla de Z. 12 de marzo de 2007.

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